¿Por qué suena ahora mejor la música en los pubs irlandeses?

Es la pregunta que se hacen ahora sus clientes y que responde el gremio de acordeonistas: la culpa es de la prohibición de fumar, que no sólo ha limpiado el aire de humo.

28 de septiembre de 2007.
La música celta no ha perdido calidad ni magia con la Ley antitabaco que prohíbe fumar en todos los espacios públicos cerrados, incluidos restaurantes y pubs irlandeses. Todo lo contrario. Lo aseguran los ... limpiadores de acordeón, según han verificado un grupo de médicos en una carta publicada en el último número del British Medical Journal.



Y es que los instrumentos de viento suenan mejor que nunca en las pub session irlandesas. La clave se encuentra en el interior de los acordeones, donde se almacenan y registran una gran cantidad de partículas contaminantes suspendidas en el aire que bloquean los filtros, fuelles y lengüetas de estos instrumentos.



Un grupo de médicos ha querido dejar constancia de este hecho y para ello han realizado una encuesta telefónica a los trabajadores responsables de la limpieza, reparación y mantenimiento de los acordeones en Irlanda. Según sus autores contactaron a seis de cada siete trabajadores de este gremio y todos los participantes sin excepción destacaron que, en efecto, había menos suciedad en los instrumentos y que este hecho influía en la calidad de la música escuchada en estos locales.



Era común, afirman, abrir el acordeón y encontrarse con una fuerte sacudida de olor a tabaco. Las partículas de tabaco tendían a depositarse en las ranuras por las que entra el aire al fuelle y a la lengüeta del instrumento.



De hecho era tal la cantidad de ceniza y suciedad almacenada después de las sesiones de música que llegaba a condicionar el sonido de cada tecla dependiendo de cómo se distribuían estas partículas.



Todos los expertos encuestados no dudaron en señalar que estos indicadores habían mejorado notablemente desde que entró en vigor la ley antitabaco en Irlanda en 2004, aunque siempre estarán los nostálgicos que opinen que la norma ha roto la magia y la especial atmósfera de los pubs irlandeses.